En un documento reciente de Clapes UC que escribimos junto a Hans Schlechter y Agustín García encontramos que la probabilidad promedio de automatización de los ocupados en Chile es de 42,2 % y que el 17% delos trabajadores se encuentra en alto riesgo (es decir, que su probabilidad de automatización es de 70% o más). Ello implica que hay más de 13 millones de trabajadores en dicha situación.
Mientras mayor sea la concentración en habilidades no automatizables usadas en el trabajo, menor será la probabilidad de automatización. Esto significa que las probabilidades de reemplazo pueden ser reducidas. En un contexto de Cuarta Revolución Industrial y el avance tecnológico acelerado, hay un rol crucial de la capacitación y la formación continua.
Responder a esa exigencia es imposible sino hacemos una reforma profunda a nuestro sistema de capacitación. En este contexto, el documento plantea una nueva arquitectura institucional centrada en un Marco Nacional de Cualificaciones, con coordinación de los actores en forma vinculante y una Agencia de Calidad para la Formación para el Trabajo. La ausencia de dicho marco posibilita la proliferación de gran cantidad de programas y títulos, con resultados heterogéneos, creando serias asimetrías de información a los potenciales alumnos y futuros empleadores. Esta herramienta facilita la portabilidad de cualificaciones para diseñar rutas formativo-laborales ascendentes, lo que es crucial en un contexto de necesidad de aprendizaje continuo.
También proponemos cambios a la franquicia tributaria, la cual debe otorgarse para gastos efectivamente realizados y en cursos que conduzcan a certificación reconocida en el Marco Nacional de Cualificaciones. En el caso del copago propuesto en el proyecto de ley del Gobierno en el tramo de trabajadores de menor ingreso, planteamos que este se reduzca en caso de haber acuerdo con los trabajadores. Para los segmentos no cubiertos por la franquicia tributaria proponemos crear un nuevo fondo y reforzar el rol del Sence en las tareas de orientación a los beneficiarios de este.
Existen aún muchos empleos en alto riesgo de automatización en los que queda tiempo para evitar ajustes dolorosos. Por eso resulta imperativo darle prioridad y celeridad a un nuevo sistema de formación continua 4. 0 que esté a la altura de los nuevos desafíos.
Columna publicada en La Segunda