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Lo que esconden las cifras de empleo

1 de diciembre del 2014


Las cifras del último trimestre móvil mostraron una caída de la tasa de desempleo a 6,4% desde el 6,6% del trimestre previo. Esto fue festejado por las autoridades, señalando que “esta caída en el desempleo es una mala noticia para los pesimistas” y que esto “podría constituir una tendencia”. Sin embargo, el análisis de los datos revela que no hay motivos para descorchar la champaña. En primer lugar, la tasa de desempleo el mismo trimestre del año anterior fue de 5,8%, lo que significa un aumento anual de 0,6% en la tasa de desempleo. Esto refleja el empeoramiento de la situación laboral, en línea con el menor dinamismo de nuestra economía. Adicionalmente, los efectos estacionales, al ir dejando atrás la época invernal comienzan a notarse y a generar una mejoría temporal de las cifras. Esto queda reflejado en el aumento de casi 16 mil puestos de trabajo en el sector agropecuario-silvícola durante el último trimestre móvil. En segundo lugar, el examen de las cifras revela que la causa fundamental detrás de la caída de 2 décimas en la tasa de desempleo es que el 86% de los empleos creados en el último trimestre móvil se debe a empleos por cuenta propia o a trabajos asalariados en el sector público. Esta es la misma tendencia que se observa al analizar la creación de empleo desde el trimestre diciembre-febrero 2014. En ese lapso de tiempo se han destruido 48.414 empleos. Sin embargo, esto oculta patrones muy diversos, ya que esto se descompone en una destrucción de 200.617 puestos de asalariados en el sector privado, contrarrestado por un aumento de 72.594 empleos asalariados en el sector público, un incremento de 58.552 empleos por cuenta propia y una expansión de 21.057 puestos en otras categorías. Otro elemento grave de estas cifras es el empeoramiento de la calidad del trabajo. En efecto, además del hecho de que en el sector privado se están destruyendo empleos, gran parte de los empleos creados en el sector público son de mala calidad. Así, el 43,6% de los empleos asalariados en el sector público desde el trimestre diciembre-febrero 2014 ni siquiera tienen previsión social. Si hacemos el análisis por tipo de jornada, vemos que se han destruido 189.378 empleos de jornada completa, mientras que los trabajos de jornada parcial voluntaria han aumentado en 96.405 y el subempleo (personas que tienen una jornada parcial involuntaria, ya que desearían y están disponibles para trabajar más horas) se ha incrementado en 44.559. En definitiva, no se trata de ser pesimistas, sino realistas. La actividad económica no muestra un punto de inflexión, como lo reflejan las débiles cifras de crecimiento, de inversión y de confianza de los agentes económicos, y que ha llevado a la potente destrucción de empleos asalariados en el sector privado. Tampoco es positivo que el desempleo caiga sólo porque aumenta el empleo de mala calidad. Además la capacidad de generar empleo en el sector público no es ilimitada, lo que implica que si el sector privado no sale adelante, esta situación no durará mucho tiempo. En consecuencia, el llamado a la autoridad es a hacer un análisis menos simplista para poder realizar un diagnóstico adecuado y tomar cartas en el asunto. Publicada en Diario La Tercera, lunes 1.12.2104  
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Juan Bravo

Ing. Comercial y Magíster en Economía UC.
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