1. Iniciokeyboard_arrow_right
  2. En los medioskeyboard_arrow_right
  3. Un aumento “electrónico” de la recaudación

Un aumento “electrónico” de la recaudación

11 de julio del 2016


Ocurre con la mayoría de las políticas públicas: sus efectos no son inmediatos. Por el contrario, una vez aprobada una ley, sus frutos son cosechados posteriormente. Esto también es así con los cambios tributarios. Excepto cuando se elevan las tasas impositivas de manera inmediata, los cambios en las leyes tributarias o la incorporación de nuevos métodos y herramientas de recaudación ocurre progresivamente y la recaudación también es afectada gradualmente. En algún momento, sin embargo, las medidas llegan a régimen y los efectos se sienten fuertemente. Eso está ocurriendo ahora con la Factura Electrónica. En septiembre de 2003 el Servicio de Impuestos Internos (SII) autorizó a las primeras 22 empresas para operar con factura electrónica. En un comienzo, la adopción de esta práctica fue lenta. Pero ya en 2012 se incorporaron casi 18.000 compañías y las empresas autorizadas sumaban 56.380. Sin embargo, el impulso más potente para la masificación de la facturación electrónica ocurrió en 2013 con la tramitación de la Ley 20.727, que dio importantes incentivos para su uso y la estableció como obligatoria. Esta ley, impulsada por el Ministerio de Hacienda y trabajada estrechamente con el Servicio de Impuestos Internos, fue finalmente aprobada en enero de 2014 (una de las últimas leyes del gobierno del Presidente Piñera). Ella adaptó los cuerpos legales existentes a la factura electrónica e hizo ésta obligatoria para las grandes empresas a partir de noviembre de 2014 (nueve meses después de su publicación). Todas las empresas medianas y pequeñas deberán incorporarse a su uso entre agosto de 2016 (urbanas) y febrero de 2017 (rurales). Desde la aprobación de la ley, la penetración de la factura electrónica ha crecido incluso a tasas mayores que las esperadas, en anticipación a la obligatoriedad. Así, en abril de 2015 las empresas incorporadas superaban las 150 mil y para abril del año en curso sumaban 236 mil, lo que significa un crecimiento de un 55% sólo en los últimos 12 meses. Es así como durante el año pasado tres de cada cuatro facturas se emitieron electrónicamente. Esta revolución tecnológica ha sido muy beneficiosa para las PYMEs, las principales usuarias del sistema de facturación electrónica gratuito del SII a través del portal MIPYME; los datos muestran que un 85% de las empresas que utilizan factura electrónica usan este portal. Existen muchas ventajas de una legislación como esta: entre ellas la disminución del fraude por facturas materialmente falsas, un mayor ahorro en tiempo, menores errores, costos más bajos y –además– es amigable con el medio ambiente. La factura electrónica obligatoria es una de las herramientas más potentes para reducir la evasión en el IVA. El informe financiero de DIPRES en 2013 estimaba que la evasión por concepto de facturas falsas disminuiría en 30% luego de la puesta en marcha de esta medida, lo que significaría un aumento de la recaudación del IVA de hasta 700 millones de dólares anuales desde 2015. Esto probablemente se quedó corto. En efecto, a pesar del frenazo económico que ha vivido el país desde 2014, la recaudación del IVA ha seguido creciendo muy robustamente, a más del doble del crecimiento de la economía. Esto es lo contrario de lo que uno esperaría, porque la evasión tiende a aumentar en la parte baja del ciclo. Incluso el primer trimestre de este año, los ingresos tributarios netos por IVA se expandieron un 4,8% real, más del doble del exiguo 2% de expansión del PIB. Así, la participación del IVA en la recaudación total ha venido creciendo consistentemente desde 2013. En 2014 y 2015 el IVA llegó a representar casi el 50% de todos los ingresos tributarios del fisco (excluyendo lo aportado por la repatriación de capitales, que son ingresos fundamentalmente por una vez). Por supuesto, la recaudación del IVA no es inmune al frenazo económico, y es probable que se resienta en 2016 si la expansión de la actividad apenas se empina sobre el 1,5%. (La factura electrónica obligatoria es una gran medida pero no puede hacer milagros). También han entrado a regir nuevas regulaciones como las normas anti-elusión sobre la cual incluso los abogados y especialistas todavía discuten sobre la forma de aplicarlas. Pero las cifras indican claramente que la principal causa de la reducción de la evasión en el IVA es la extraordinaria penetración de la factura electrónica luego de que la Ley 20.727 la estableciera como obligatoria. El mundo del papel para los trámites y certificados está llegando a su fin. Esto ya lo hemos vivido con la digitalización del SII, donde hoy sobre el 99% de los contribuyentes del impuesto a la renta presentan su declaración por internet. Esta revolución está significando una mayor eficiencia y recaudación. Los románticos amantes del papel podrán seguir disfrutando de este, pero ya no en las facturas.
Información

editMedio de publicación

Prensa Escrita

faceTipo de contenido

Columna

styleCategorías

Políticas Públicas
imagen de card

Felipe Larraín

Doctor en Economía. Universidad de Harvard (EE.UU.). Ingeniero Comercial UC. Exministro de Hacienda. Profesor Titular Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UC.

searchVer más de este autor
Clapes UC | Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales
Clapes UC
Avenida Libertador Bernardo O'Higgins 440, Piso 13. Santiago de Chile
phone +56 (02) 2354 2224