Aumento de la informalidad laboral: Los riesgos para el mercado y los datos asociados

Aumento de la informalidad laboral: Los riesgos para el mercado y los datos asociados

Más de dos millones y medio de personas trabajan bajo la informalidad, pero ¿cómo afecta este indicador en el país? Expertos detallan sus efectos.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que en el trimestre enero-marzo de 2024, los trabajadores informales presentaron un alza del 5,8% en doce meses, llegando a 2.614.641 personas en total que trabajan bajo esta modalidad. Esto sitúa la tasa de informalidad en un 28,1%.

A juicio de Carmen Cifuentes, investigadora de CLAPES UC, el incremento constante en los trabajadores informales presenta diversos riesgos tanto para la economía como para el mercado nacional: “En primer lugar, la informalidad laboral tiende a generar una menor recaudación fiscal, ya que los trabajadores informales no contribuyen al sistema de impuestos de manera regular. Esto puede afectar los ingresos del Gobierno y limitar su capacidad para financiar servicios públicos y programas sociales. Además, la informalidad laboral suele estar asociada con condiciones laborales precarias, salarios bajos y falta de protección social, lo que puede aumentar tanto la pobreza como la desigualdad, no solo de ingresos, sino que en diferentes áreas de desarrollo”, detalla la experta.

Víctor Salas, economista de la Universidad de Santiago de Chile, explica que el aumento de personas ocupadas informal es negativo en todas las dimensiones del país, tanto para los trabajadores como para la economía. El académico afirma que distintos estudios han demostrado que existe una correlación negativa entre el nivel de informalidad y el de desarrollo de los países: “Los países desarrollados tienen bajos niveles (menos de 20% son ocupados informales), en cambio, en las economías en desarrollo, sobre dos tercios de los ocupados son informales”, asegura Salas.

Salas menciona que es un hecho relevante y riesgoso para la economía y mercado laboral que los ocupados informales estén trabajando generalmente en empresas pequeñas, con baja productividad, alta inestabilidad y rotación, “es decir, aparecen y desaparecen con frecuencia del mercado y no están formalizadas. Además, no pagan impuestos y el Estado tampoco les hace imposiciones sociales a sus trabajadores (para previsión y salud)”, dice.

Asimismo, agrega que el incremento de la situación de informalidad tiene relación con que la economía tiene un estado de estancamiento o lento crecimiento, por lo tanto, no se crean los suficientes puestos de trabajos para quienes se incorporan al mercado laboral o para aquellos de edad más avanzada. Salas menciona que existen diversas estimaciones que señalan que faltan alrededor de 220 mil a 260 mil nuevos puestos de trabajo para que el país vuelva a tener la tasa de ocupación pre estallido social.

El académico asegura que la situación de debilidad del mercado laboral no se resolverá, aunque la economía del país crezca como está previsto, “las expectativas se orientan a que este año habrá una gran cantidad de interesados en trabajar que buscarán sus caminos en la informalidad”.

Medidas para incentivar el trabajo formal

Cifuentes explica que las únicas medidas gubernamentales para reducir la informalidad que se han dado a conocer son las contempladas en la Agenda de Productividad. “Esta agenda incluye la revisión de los subsidios actuales, la simplificación de trámites y la expansión de programas de capacitación. Sin embargo, hasta la fecha, no se han proporcionado detalles sobre los avances en estos ejes ni sobre la implementación de estas medidas”.

Agrega que desde CLAPES UC destacan que, más allá de las acciones específicas, existen tres elementos fundamentales para promover la creación de empleo formal:

• Crecimiento económico
• Reducción de la incertidumbre política-económica
• Contención de los costos asociados a la formalización

“En este último aspecto, las propuestas gubernamentales han tomado un rumbo contrario. Además, se observa una escasez de propuestas de políticas que aborden diversos aspectos de la formalización, tanto para empresas como para emprendimientos. Estos aspectos incluyen la capacitación, la inserción y la continuidad laboral, así como mejoras en la fiscalización de las normas laborales y campañas de concientización sobre los costos de la informalidad”.

En qué está el Gobierno

Jeannette Jara, ministra del Trabajo y Previsión Social, comenta que “el país ha mostrado un comportamiento estable en materia de informalidad y se ha mantenido en torno a los números históricos. Lo anterior, salvo en la pandemia, cuando la informalidad disminuyó significativamente por la aplicación de medidas de confinamiento sanitario. Vale decir que las actuales cifras de informalidad en Chile se encuentran muy por debajo del promedio de América Latina, que supera el 50%”.

Sin embargo, asegura que es una temática que “ocupa al Gobierno”, por ello, “estamos impulsando una reforma previsional, que se encuentra en segundo trámite constitucional, que entregará beneficios a través de los años cotizados, incentivando la formalidad. Del mismo modo, como Ministerio del Trabajo y Previsión Social hemos venido trabajando en iniciativas de estímulo al empleo formal, como el aumento del salario mínimo, subsidios a las micro, pequeñas y medianas empresas, y la reducción de la jornada laboral”. 

Visualizar en Fuente.